Un incendio en el barrio Lucmacucho, precisamente a espaldas del colegio San Ram贸n, alarm贸 a los vecinos, pero la desesperaci贸n se volvi贸 a煤n mayor cuando el carro de bomberos qued贸 atrapado en medio del infiern@ vehicular que d铆a a d铆a consume a Cajamarca.
El siniestro avanzaba mientras la unidad de emergencia luchaba por abrirse paso en Jr. Hu谩nuco, conductores irresponsables, retrasando minutos valiosos para controlar las llamas. La emergencia demostr贸 la cruda realidad: la ciudad no est谩 preparada para atender tragedias.
El tr谩nsito desordenado, la falta de respeto a las normas y la ausencia de un plan vial claro ponen en riesgo la vida de los cajamarquinos.
Testigos se帽alaron que el carro de bomberos tard贸 en llegar al lugar de los hechos debido al colapso en el Jr. Hu谩nuco, perdiendo aproximadamente 20 minutos, cuando cada segundo contaba. Hoy, Cajamarca vuelve a encender las alarmas: no solo por el fuego, sino por la indiferencia y el desorden que pueden costar vidas.